LÁPIDA CHAMORRA EN PALAOS
LÁPIDA CHAMORRA EN ANGAUR
Angaur es una de las Islas Palaos,
situada en la parte más meridional de la cadena insular.
Cuando en 1899, los alemanes obtuvieron de
los españoles el control de las Islas Carolinas, se hicieron también con el
control de Palaos. Alrededor de 1909, los alemanes comenzaron a extraer fosfato
de Angaur, que es un excelente fertilizante para la producción de plantas.
También se puede convertir en ácido fosfórico que se usa para muchas cosas,
desde cosméticos hasta alimento para animales. Se podía ganar dinero vendiendo
fósforo, y los alemanes querían ganar dinero.
Pero necesitaban trabajadores. Angaur
tenía una población pequeña, por lo que se reclutaron trabajadores de otras
partes del Pacífico donde los alemanes tenían el control. Los trabajadores
llegaron de las otras Islas Carolinas bajo el poder de los alemanes, de China
(los alemanes controlaban la ciudad portuaria de Tsingtao) y de las Islas
Marianas del Norte, también bajo soberanía germana.
Cuando en 1914, los japoneses se
apoderaron de todo el territorio alemán en Micronesia, continuaron con la
extracción de fósforo en Angaur y la contratación de trabajadores de otras
áreas del Pacífico.
Entonces, los chamorros de Saipán y
algunos de Rota se mudaron a Angaur.
Uno de ellos fue Ramón Taisague Cabrera
y su esposa Consolación Campos Camacho. Ramón nació en Guam pero se había
mudado a Saipán cuando era un niño, cuando sus padres, Antonio Garrido Cabrera
y Agapita San Nicolás Taisague, se mudaran a Saipán en la década de 1880. Uno
de sus hijos, María, nació en Angaur en 1917 por lo que los Cabrera residían en
Angaur al menos desde aquella fecha.
Si Cecilia, la bebé fallecida y enterrada
en Angaur, es efectivamente hija de Ramón y Consolación, como sospecho que lo
era, entonces ella también nació en Angaur pero murió en su primer año de vida.
Los Cabrera podrían haber tenido otros hijos nacidos en Angaur que murieron allí
durante su infancia.
LÁPIDA CHAMORRA EN ESPAÑOL
Parte de la escritura de la lápida ya no
es legible, pero la mayor parte todavía se puede leer y está en español. Los
españoles ya habían dejado Micronesia desde hacía unos veinte años, pero el idioma
español todavía lo usaban los chamorros mayores que se habían criado bajo la
soberanía y los misioneros españoles. En 1923, cuando falleció Cecilia, todos
los misioneros católicos en Micronesia (excepto Kiribati y Nauru), incluido
Guam, eran españoles.
Después de la Segunda Guerra Mundial, casi todos los chamorros de Palaos regresaron a las Marianas, excepto algunos palauanos que tenían sangre chamorra, hijos de hombres chamorros que se habían casado con mujeres palauanas.
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