DON JOSÉ SIXTO, EL ÚLTIMO DE GUAJÁN

 DON JOSÉ SIXTO, EL ÚLTIMO DE GUAJÁN

Después de la Toma de Guam por los Estados Unidos en junio de 1898, el gobierno territorial español fue depuesto. Francisco Portusach Martínez, el único ciudadano estadounidense en la isla (él era americano de origen español), sería nombrado gobernador. Sin embargo, Don José Sixto, que se había desempeñado como administrador de la Hacienda Pública en Guam hasta que Estados Unidos capturó la isla, reclamó la autoridad para gobernar bajo la soberanía española. Él era el funcionario español de más alto rango que quedaba allí. Derrocó a Portusach y tomó el control, al tiempo que fue nombrado gobernador provisional de las Islas Marianas.

Sixto declaró nulo el dominio estadounidense sobre Guam basándose en la Conferencia de Berlín de 1884 que declaraba que un país tenía que ocupar activamente un territorio con una fuerza militar para reclamar la propiedad de dicho territorio incautado. Formó una coalición constituida por la mayoría de los sacerdotes de la isla y otros grupos sociales nativos pro-españoles. Instituyó un impuesto de seis dólares por cabeza, armó a la milicia local y se apoderó de quince toneladas de pólvora y municiones.

Sin embargo, Sixto entró en conflicto con algunos nativos al liberar a un leproso de un hospital del pueblo de Asan. Y un brote de tos ferina provocó más tensiones cuando 100 niños nativos murieron a causa de la enfermedad. En diciembre de 1898, el Tesoro Público de Guam quedó vacío, principalmente por pagar salarios a los soldados por adelantado. La violencia estalló en forma de disturbios entre los nativos. Finalmente, líderes locales, incluido el Padre Palomo y el exgobernador Portusach, destituyeron a Sixto de su cargo y colocaron a Venancio Roberto el 31 de diciembre de 1898. Venancio Roberto solo ocupó el cargo durante dos días, cuando llegó a la isla el teniente comandante americano Vicendon Cottman del USS Brutus. Éste escuchó argumentos tanto de la facción pro Estados Unidos de Roberto como de la facción pro España de Sixto, y decidió que Sixto tenía un derecho legítimo al cargo y lo reintegró. La coalición pro Estados Unidos se hizo a un lado hasta que pudiera determinarse la soberanía de Guam. El segundo mandato de Sixto duró menos de un mes, durante el cual la isla de Guam experimentó una relativa paz, libre de comunicación con el mundo exterior. Cuando las noticias del final de la guerra hispano-norteamericana y del tratado de paz de 1898 llegaron a Guam desde Madrid, Sixto reconoció que la soberanía de la isla había sido transferida oficialmente a los Estados Unidos y renunció a su cargo el 1 de febrero de 1899. Satisfecho por su lealtad a España, abandonó Guam rumbo a Manila a bordo del vapor español "Elcano".